El salmorejo es un tesoro de la gastronomía cordobesa que se ha extendido a toda la geografía española por su excelente sabor y su sencillísima elaboración. Es un plato típicamente veraniego porque resulta muy refrescante y porque es cuando encontramos tomates con todo su sabor, que son el protagonista estrella de esta sopa fría. En nuestra receta de salmorejo además del tomate, hemos incorporado el mango. Así, en lugar de los típicos tropezones de huevo duro y jamón serrano picadito, le hemos añadido daditos de mango.
El salmorejo clásico es un plato económico, que tiene su origen en las comidas que se preparaban los jornaleros del campo, porque los ingredientes son simplemente el tomate, el ajo, el pan, aceite, sal y vinagre.
La calidad de los tomates es una de las principales premisas. Si tienes robot de cocina te quedará la textura bien fina al triturarlo, si no, pásalo después por el colador chino para obtener una textura perfecta.
Una vez preparado el salmorejo, si un día ya te lo has tomado con cuchara, puedes preparar con él deliciosos entrantes como las tostas con salmorejo, huevo y bacalao, tostas con salmorejo y boquerón o montar un timbal con patatas y atún.
1. Tritura los tomates
Lava los tomates y trocéalos, ponlos en el vaso de la batidora con el ajo pelado, un tercio de la barra de pan, 60 ml de aceite y sal y vinagre al gusto. Tritura hasta lograr una crema homogénea y pásala por un colador chino para conseguir una textura más fina. Resérvala en la nevera.
2. Hornea pan con queso
Precalienta el horno a 180º. Corta en rebanadas finas el resto del pan, colócalas en la placa forrada con papel sulfurizado y espolvoréalas con el queso. Hornéalas 5 minutos, hasta que el queso se funda. Sácalas y déjalas enfriar.
3. Pica el mango
Pela el mango, desecha el hueso central y pica la pulpa en daditos.
4. Sirve el salmorejo
Vierte el salmorejo en vasitos, espolvoréalos con la sal ahumada y sírvelos con el mango y las tostadas.