Este jugoso regalo del invierno proporciona toda la vitamina C que se necesita al día. Este nutriente es esencial para la resistencia a las infecciones (no en vano el zumo de naranja es el recurso natural más utilizado para prevenir resfriados y gripes); aumenta la absorción del hierro, el calcio y el fósforo y posee propiedades antioxidantes.
Pero la vitamina C no es el único componente interesante. La fibra confiere a la naranja propiedades digestivas y los flavonoides colaboran con las vitaminas en el refuerzo del sistema inmunitario.
Las clementinas son también ricas en tiamina y ácido fólico, dos vitaminas del grupo B esenciales para la salud del sistema nervioso.
Beneficios para la salud de la clementina
Como ya sabes, todos los cítricos tiene una alta concentración de vitamina C. Esto quiere decir que la mandarina clementina, entre otros beneficios, ayuda a prevenir enfermedades degenerativas y cardíacas. También evita el riesgo de contraer enfermedades infecciosas y gripes, que en otoño son tan normales. Pero la vitamina C no es solo beneficiosa para la salud, sino que evita el envejecimiento ayudando a tu piel en la lucha contra las arrugas y las marcas de expresión. Y también son conocidos innumerables beneficios para nuestra salud. Veamos algunos de ellos.
Refuerza la inmunidad
Las naranjas deberían figurar en la dieta de todos, pero convienen especialmente a quienes se encuentran bajos de defensas y se muestran más propensos a sufrir catarros, procesos gripales, alergias respiratorias o infecciones por herpes. Son antivirales y antibacterianas, y neutralizan la acción de los radicales libres.
En caso de anemia
La naranja resulta también aconsejable para personas anémicas y mujeres jóvenes que sufren de menstruaciones abundantes, ya que su vitamina C favorece la absorción del hierro.
Regula el colesterol
La pectina de las naranjas ayuda a bajar los niveles de colesterol en la sangre. Recientes estudios científicos, realizados a partir de compuestos aislados de la corteza de la naranja –flavonas polimetoxiladas– han ofrecido mejores resultados en la reducción del colesterol LDL que algunos de los fármacos prescritos para ello, con la ventaja de que no presentan efectos secundarios.
Además, por su riqueza en magnesio, que fluidifica la sangre y evita la formación de coágulos, protege del riesgo de sufrir trastornos cardiovasculares y derrame cerebral.
Tomar naranjas con regularidad es también recomendable para prevenir varices y hemorroides, ya que protegen los vasos sanguíneos y favorecen una buena circulación.
Bienestar digestivo
Las naranjas actúan como un regulador estomacal e intestinal para aliviar los espasmos gástricos y las digestiones lentas y pesadas o dispepsias, y resultan carminativas en quienes son propensos a padecer gases, hinchazón abdominal y flatulencias. Como es ligeramente laxante, conviene igualmente en problemas de estreñimiento.
Su alto contenido en potasio las hace convenientes para hipertensos.
Huesos fuertes
Como fuente de vitamina C y calcio resultan muy adecuadas para proteger los huesos y la dentadura. Se recomiendan muy especialmente para fortalecer las articulaciones y reducir la inflamación de la artritis reumatoide y la artrosis.
Elimina impurezas
Las naranjas favorecen la eliminación de ácido úrico a través de la orina y son depurativas. Previenen la formación de piedras en el riñón e infecciones en las vías urinarias, como la cistitis. Son muy útiles para personas con problemas de artritis y gota.
Al estimular las funciones depurativas del hígado y los riñones, y por su escaso valor calórico, resultan válidas para bajar de peso.
EnergÍa de calidad
La naranja es rica en azúcares de absorción rápida. Por eso resulta excelente para realizar actividades deportivas al aire libre: excursionismo, cicloturismo, carreras de fondo… No solo es bien tolerada por los diabéticos, sino incluso recomendable.
Anticáncer
Por su efecto antioxidante, algunos estudios científicos vinculan el consumo regular de naranjas con la posibilidad de reducir el riesgo a padecer determinados tipos de cáncer, como el de estómago y el de colon. Una de las razones es que esta fruta impide que los nitritos aportados por los alimentos se transformen en nitrosaminas cancerígenas.
Deporte
Dentro del contenido de la clementina, también podemos encontrar potasio, calcio y numerosos antioxidantes que hacen de la mandarina un complemento perfecto para después de hacer deporte. Te ayudará a rehidratarte por la cantidad de agua que tiene y por sus bajos azúcares, y te ayudará facilitando los movimientos articulares. Aunque, si tienes algún problema, también mejorará la curación de heridas y lesiones.
Dietética
Las propiedades de la mandarina clementina también ayudan a la pérdida de peso. Contiene fibra y hace bajar los niveles de insulina. De esta forma, evita el almacenamiento de azúcares y ayuda a la quema de grasas.
La cáscara
Pero no solo la fruta es buena. Los beneficios que tiene la cáscara son todavía mayores. Existen varias formas para que puedas aprovechar sus ventajas. Una de esas formas son los aceites esenciales, tanto para su consumo como para aplicar en la piel. Otra forma son los tés de cáscara de mandarina. Es muy fácil de hacer y siempre podrás tomarte un té caliente, que con las temperaturas hivernales siempre es bienvenido.
La naranja en la mesa
La mejor forma de disfrutar del aroma y delicadeza de la naranja es tomándola al natural, como fruta de sobremesa, o bien como zumo.
Como has podido comprobar, las propiedades de la clementina son casi innumerables. Ya no tienes excusa para no aprovechar la temporada de otoño para consumirla. ¡Solo te traerá ventajas!